ImagÃnate la siguiente escena: has estado caminando 2 horitas en la selva, por un sendero a través de vegetación exhuberante, húmeda, monos, lianas, flores. En la última loma has pasado un puesto fronterizo colombiano de risa, donde han anotado tu número de pasaporte en una libreta de la barbie y el único soldado se ha tomado una selfie contigo. Estás en la zona más remota del caribe colombiano (Capurganá y Sapzurro, en el Darien), un lugar ultra relajado, con playas de arena blanca, cocoteros, agua turquesa, coral y peces de colores. Y acabas de llegar a La Miel, en Panamá, una aldeita aislada de 10 casas y una playita de postal.

Hasta aquà nada inusual. Lo realmente sorprendente es que en La Miel ves a unos 200 cubanos, de todas las edades, instalados bajo las palmeras, con ropa tendida por todas partes…¿Qué diablos ocurre? ¿De dónde ha salido toda esta gente? ¿Qué hacen aquÃ, en un lugar tan aislado? ¿¡Cubanos!?

La curiosidad me comÃa por dentro. TenÃa que averiguar qué estaba pasando… Esta es su historia, según me la contaron ellos mismos.
Aunque Cuba está a sólo 150kms de EEUU (Florida), esa ruta para alcanzar el sueño americano, resulta a dÃa de hoy casi imposible de atravesar con éxito (seguro que has oÃdo hablar de los balseros, la versión cubana de nuestras pateras). Y como la necesidad de escapar de Cuba sigue siendo una realidad para muchos, han surgido nuevas vÃas de llegar a EEUU.

Y una de esas rutas, en su periplo hacia el Norte, pasa por La Miel en Panamá. El viaje para los cubanos, de casi 3000 kms y de al menos un mes de duración, y con un costo de entre 3000$ a 7000$, comienza en Ecuador (uno de los pocos paÃses en el mundo que no les exige visado para entrar). Hasta hace poco (he leÃdo que recientemente ya no es tan sencillo) los paÃses centroamericanos y méxico, les «facilitaban» el paso. HabÃan creado un corredor humano (las autoridades les retiran y les entregan el pasaporte en cada etapa del viaje) donde pueden viajar seguros(sin ser extorsionados), y además asà cada paÃs se garantiza que el cubano no se va a quedar a residir. Sin embargo, este sistema no es público ni oficial. Los cubanos tienen que continuar de forma casi clandestina, viajando de noche la mayor parte de las veces, por separado y sin llamar mucho la atención. ¿Por qué? A ninguno de estos paÃses le interesa que EEUU les recrimine que están dejando pasar hasta sus fronteras a miles de inmigrantes ilegales

Pero antes de llegar a Panamá (desde donde el viaje es «más sencillo»), hay que atravesar Colombia, donde sà tienen prohibida la entrada sin visado. Esta es, con mucha diferencia, la parte más peligrosa del viaje. Uno podrÃa pensar que si la policia encuentra a un cubano ilegal, lo normal es deportarlo. Pero creo que ya te imaginas que eso no ocurre. Demasiado goloso y fácil para la policia colombiana que sabe que el cubano lleva todos sus dólares encima. Asà que para hacer la vista gorda, los policias «amables» exigen un pago de 100$ ó 200$ por persona (en cada punto de control). Sin embargo los policias malnacidos (expresión colombiana que equivale a grandÃsimos hijos de puta), los desnudaran, les meteran la mano en el culo y les robaran todo lo que encuentren.

Asà que para evitar ser robados y maltratados por la policia, la mayorÃa de los cubanos prefieren ponerse en manos de los narcos o de la guerrila o de grupos paramilitares, los cuales tienen establecidas rutas «seguras» (a salvo de la policia) para atravesar el paÃs. Si te detienes a pensar esto un segundo, es el climax de los despropósitos humanos. Entregarse a la mafia para que te proteja de la policia. Sin palabras. Pero completamente cierto. Y actual.

Los narcos les cobran, por adelantado, 700$ por persona. Se les asigna un coyote (un guÃa) que los acompañará durante parte de la travesÃa (que suele durar de 3 a 5 dÃas), escondiendoles de la policia en casas seguras (pisos francos, normalmente en los peores barrios de la ciudad), garantizando que no haya controles, sobornando cuando sea necesario e incluso improvisando huÃdas motorizadas cuando surja algún contratiempo. Finalmente, de noche, y en lancha, los depositan en la costa de Sapzurro, desde donde cruzan la selva del Darien, lejos del puesto fronterizo de risa, y finalmente llegan a La Miel, zona segura.

Por eso estaban los cubanos en La Miel, relajados, secando sus ropas. HabÃan llegado la noche anterior tras varios dÃas en Colombia ocultos, asustados, perdidos. Me pareció remarcable su dignidad y su tranquilidad. VolvÃan a sentirse libres después de haber estado presos del miedo. No aceptaron comida. Solo necesitaban hablar con gente normal para terminar de sacudirse el terror que acaban de pasar. Jamás hubiese imaginado conocer de primera mano algo asÃ. Tráfico de Cubanos en Colombia.