Con este último mes de Mayo, han sido un total de 3 meses 3 en China. Y aunque me resulta difícil e injusto elegir un destino por encima de otro, la provincia de Yunnan (en el Sudoeste) ha sido posiblemente la más variada e interesante de mi paso por el país.
Desde Kunming hasta Dequin, pasando por Dali, Lijiang, el lago Lugu, la “garganta del tigre saltando”, Shangri-La y las montañas sagradas de Kawa Karpo, Yunnan concentra el mayor número de minorías étnicas, las cuales aún conservan su forma de vida rural, casas enormes antiguas donde viven varias generaciones codo con codo sobre el establo, trajes tradicionales de colores chillones que aun se utilizan para las tareas diarias, bailes típicos que se siguen practicando en la plaza del pueblo para mantener latente el espíritu comunitario. Otro mundo completamente encantador.
Cargado sólo con la mochila pequeña, durante 10 días (la mayoría a pie, aunque también hubo algo de bici y de autostop) me dediqué a explorar zonas menos accesibles, en la frontera con el Tibet. Me interné en aldeas minúsculas rodeadas de campos de cultivo (y descubrí que no sólo de arroz viven los chinos ya que un día aparecí en medio de un huertecito de marihuana salvaje) y monasterios budistas (los cuales aún tienen el derecho de “secuestrar” a un niño de cada familia para que se convierta en monje). Atravesé valles encajonados entre gargantas profundas (creadas por dos de los ríos mas grandes de Asia: el Mekong y el Yangtzé) y cadenas montañosas cercanas a los 7000 metros (con algunos picos que jamás han sido conquistados!). Saboreé los Baba (pan frito) y Momo (raviolis hervidos de carne). Paisajes espectaculares y gente maravillosamente amable.
Además, según avanzaba hacia al Norte de Yunnan, las influencias tibetanas eran cada vez más visibles. Volvieron sensaciones similares a las de Mongolia: entorno remoto y salvaje; té con mantequilla y leche de Yak; y niños felices con esos mofletes perfectamente redondos y tostados tan característicos de los tibetanos.
Otro de esos lugares para perderse y desconectar. Asombroso.
Saludos, Paco, desde Molina (Murcia – España!)
Album de Fotos de Yunnan (China) en Flickr