No lo habÃa hecho hasta el momento, pero creo que el lugar más bonito del mundo lo merece. Lo que viene a continuación es un extracto casi literal de lo que escribà al dÃa siguiente en mi diario. Espero que te guste.

«TodavÃa sigo emocionado [de hecho esa emoción y una sonrisa placentera siguen regresando cada vez que recuerdo este lugar]. Me encuentro exhausto después de haber estado en un sitio tan bonito. Agotado por el placer de haber disfrutado de algo tan bello. Ayer lo dà todo. No quise guardar ni un ápice de energÃas porque sentÃa que habÃa encontrado lo que no sabÃa que andaba buscando.

Ayer hice una, y quizás sea la número uno, de las rutas más bonitas del mundo. El lago O’hara. Estoy convencido de ello. Mientras caminaba ya tenÃa esa sensación. La belleza del lugar me embriagaba. Nunca antes habÃa sentido eso. A cada paso el paisaje era una postal perfecta. Lagos de distintos colores (en un momento llegar a contar hasta 6, cada uno de un color). Rodeados de picos y montañas nevadas. De glaciares. De cascadas tranquilas. De bosques de pinos de cuento de navidad. La naturaleza brillaba. Los tonos tenÃan cientos de matices vibrantes. Y además lucÃa un cielo azúl nÃtido, limpio, luminoso, salpicado de algunas nubes para resaltar el contraste.

Me sentÃa dentro de un paraÃso mágico. Aislado del resto del mundo entre aquellos valles glaciares increiblemente bellos. Y no solo era yo. Casi todos los senderistas que me crucé coincidÃan en destacar el lago O’hara como posiblemente el lugar más bonito que habÃan visto en sus vidas. […]
Estaba alegre. Caminaba sin prisas. Me bañé un par de veces. Fueron unos 36kms en 10 horas. Espero que esta sensación perdure o que al menos se vuelva a repetir a menudo.»

A posteriori consulté el libro referencia sobre qué rutas hacer en Canada (se llama don’t waste your time in the rockies). El tipo no se equivocaba cuando describÃa el lago O’hara asÃ: «Setas mágicas, cannabis, cocaina, lago O’hara… todos tienen algo en comun. Todos te colocan».
