Yo creo que al mencionar Canada, todos nos imaginamos un paÃs enorme, con poca gente y donde la naturaleza sigue campando a sus anchas. Pues sÃ, es asÃ. Y sobre todo en las montañas rocosas. Fueron 3 semanitas que no hicieron sino confirmar lo que buscaba: algunos de los paisajes más espectaculares y salvajes del mundo.

Empecé pasando el fin de semana en Vancouver, en casa de Pedro, un murcianico más majo que las pesetas. Fué la primera vez que pisé una ducha desde que habÃa salido de San Francisco (el nuevo record queda fijado en 23 dÃas… ¿lo superas?). Además aproveché para equiparme por si me encontraba con algun oso (spray de pimienta y cascabel para que me oiga llegar), cosa que ansiaba con todas mis fuerzas.

Entre Vancouver y a las rocosas hice un par de rutitas muy bonitas. Una en el lago Garibaldi y otra al glaciar de Whistler. Fueron un buen aperitivo de lo que me esperaba: jornadas largas (de 8 a 12 horas caminando), un tiempo cambiante (sol, lluvia, nubes, arcos iris… y hasta nieve a pesar de ser finales de Julio) y paisajes intensos e inmaculados.

Las montañas rocosas en Canada se extienden por casi 1500km (es como ir de Madrid a Bruselas, y todo cubierto de bosques, lagos, hielo y rocas… un paraiso para la aventura) . Yo recorrà casi unos 1000kms de esos, desde el monte Robson al Norte de Jasper hasta los lagos de Waterton en el sur, pasando por Yoho y Banff. Todos los dÃas hacia una ruta distinta. Fué increible.

Para mà es imposible describir y menos seleccionar entre tanta belleza salvaje. Prefiero que mires las fotos y te hagas una idea. Lo unico que sà te diré es que encontré el lugar más bonito del mundo. Pero eso te lo cuento en el siguiente relato.
