El tiempo vuela. Miro atrás y hace dos meses ya que empezamos el viaje. La verdad es que todo marcha absolutamente bien. Todo son buenas sensaciones y experiencias enriquecedoras, y hasta ahora (cruzo los dedos), la suerte sigue aliada con nosotros.
Me encuentro en Cañas (Costa Rica), pero ahora os voy a contar acerca de Mexico.
Aterrizamos por la noche en Mexico DF el 11 de Octubre, y unas horas más tarde ya estabamos de fiesta en la «Zona Rosa«, con gente que habÃamos encontrado en el albergue donde nos alojabamos.
Mexico DF es una urbe inmensa, pero una vez q te haces con el metro, y sobre todo para las zonas turÃsticas, es pan comido. Yo no habÃa visto en mi vida tanta gente. Es el caos. La parte positiva es que los mexicanos son en media más bajitos, luego aún en el mercado más concurrido conseguÃamos tener la situación controlada.
Se ve pobreza (denominador común en toda latinoamerica): niños pequeños vendiendo chicles a las 3 de la mañana, pero la gente es a la vez muy amable y tranquila.
Después de 4 ó 5 dÃas en la ciudad nos dirijimos al sur, a una playa paradisÃaca llamada Zipolite (pasando antes por Acapulco, sólo para echar una ojeada). Allà encontramos a dos hermanas argentinas (relindas!!) que más o menos llevaban la misma ruta que nosotros, y los 4 continuamos juntos el viaje.
Desde allà a Chiapas, morada selvática del Comandante Marcos y su Ejercito Nacional de Liberacion Zapatista (ENLZ). Experiencia digna de mención fué la visita a la «iglesia» de San Juan Chaluma. Resulta que este pueblito (cercano a San Cristobal de Las Casas) es mayormente de población indÃgena (descendientes de mayas). Esto implica que con el paso de los años, la religión católica ha sido «adoptada» y «adaptada» para incluir parte de sus viejos rituales. El caso es que en la iglesia, lo único católico que queda son los muros. El suelo está cubierto por ramitas de pino y no hay bancos. El olor a incienso es casi palpable. Las imágenes de los santos se encuentran pegadas a lo largo de toda la pared. La gente en éxtasis (a causa de una bebida alcohólica a base de caña de azúcar), adora a su santo, mientras una música mÃstica, repetitiva e infinita crean un karma mágico eúnico. Simplemente es alucinante.
Siguiendo la ruta (que por cierto se va trazando según vamos avanzando y hablando con la gente), llegamos a Palenque. Ruinas mayas espectaculares en medio de la jungla. Nos alojamos en Al panchan, que son unas cabañas también en medio de la jungla. Después de un temazkal (especie de sauna maya), cenita y concierto con uno de los personajes más grandes que hemos tenido la suerte de encontrar. Era un hippie de pelo largo y blanco (como de unos 50 años al menos) que recrea sus propias versiones de las canciones más dispares. ¡¡¡Más de una vez nos puso en pie mientras lo vitoreabamos !!!!.
De allà al Caribe mexicano: la riviera maya (Cancun, Cozumel, Playa del Carmen y Tulum). Otra semanita de relax, fiesta y buceo entre corales, rayas, langostas gigantes y pececitos de todos los colores (es como estar dentro de un acuario)… una gozada…
Me dejo en el tintero mil trescientas cuarenta y dos anécdotas más, pero además de que no hay tiempo, tampoco os lo voy a contar todo de una…
Hasta pronto
Album de Fotos de Mexico en Flickr