Queridos amigos de la naturaleza,
Hoy os vamos a hablar de ese gran desconocido de Centro América que es Nicaragua. Otrora paÃs envuelto en guerras civiles, guerrillas y contras (entrenadas y pagadas por los US, como no), es en estos momentos un paÃs pacÃfico, tranquilo, de gentes amables y lugares bellÃsimos.
Empezamos nuestra andadura por el Norte. León, cerca de la costa pacÃfica, hogar de Ruben DarÃo, es una ciudad colonial y estudiantil. Allà encontramos a Fátima, una chica muy simpática que tuvo a bien hacer de guÃa durante nuestra estancia. Gracias a ella pudimos bañarnos en Poneloya, una playa inmensa, casi desierta y nada turÃstica, donde pasamos un dÃa magnÃfico entre sol y cervezas.
Desde allÃ, y sólo haciendo escala en Managua, nos dirigimos a Granada, que casualmente se encontraba en fiestas (Inmaculada Concepción). Nos habÃan dicho que además de ser una ciudad muy bonita (monasterios pintados de azul cielo, casas coloniales en muy buen estado con cierta influencia caribeña) era una ciudad con una oferta cultural bastante interesante. Alucinante fué el concierto de Latin Jazz con el que pudimos deleitarnos en el patio de una antigua mansión de aires Habaneros.
La obligada jornada de exploradores la tuvimos no muy lejos, en el Volcan Masaya, donde bordeamos el cráter extinto y cubierto de vegetación y buitres (aqui llamados Zopilotes) mientras disfrutabamos de unas vistas apaciguantes de lagos claros y colinas suaves.
Siguiendo hacia el Sur, cruzamos en ferry hasta la isla de agua dulce mas grande del mundo, llamada Ometepe, en el lago Nicaragua. Dos volcanes, unidos por la lava conforman esta isla que nos regaló un atardecer idÃlico: Volcanes, árboles, arena, el lago y el sol jugando con las nubes a pintar nubes violáceas y anaranjadas.
Ya sólo nos quedaba visitar San Juan del Sur, una de las últimas playas antes de entrar en Costa Rica. Plagada de surfistas, y bordeada por playas completamente inaccesibles y solitarias (como playa maderos), disfrutamos de la vida nocturna (las Nicas, de Nicaragua, son muy simpáticas) y del partido en la playa con los chiquillos del lugar, a los que, modestia aparte, les enseñamos como tratar a un balón.
Espero que todo siga chevere.
Paco, desde la Gran Sabana en Venezuela
Album de Fotos de Nicaragua en Flickr