¡Sà hay segundas partes buenas! Entre Canada y EEUU la frontera en Waterton apenas es una caseta con un guardabosques amable y simpático (le pregunté si podÃa extenderme el visado para quedarme más tiempo en EEUU y me respondió riendose que «nope», que yo vine a entender como un «va a ser que no»).

Regresé asà de nuevo a EEUU, y estuve deambulando rumbo a San Francisco (donde tenÃa que devolver el coche) durante algo más de 2 semanas. Seguà con la misma dinámica de visitar los parques nacionales que me pillasen a mano, y por supuesto sin repetir lugares ni carreteras.
Las grandes sorpresas fueron Glacier y Grand Teton. Montaña salvaje, repletos de lagos de colores imposibles, glaciares, bosques centenarios, pasos de altura con vistas infinitas y rutas circulares de 1 ó 2 dÃas muy sencillas para tan inmensas recompensas.

En Yellowstone pasé una semana entera. No es por nada que es el parque nacional más visitado del mundo. Y es que cuenta con la mayor concentración de fenomenos volcánicos (el lugar es en sà un super caldera que se hundió hace cientos de miles de años): aguas termales, piscinas ácidas, fumarolas, geysers, pozas de colores brillantes, lodo hirviendo, colinas de tonos pastel.
Tuve una tarde memorable donde por sorpresa pude disfrutar de todo eso para mà solo, en una zona remota en el fondo del cañon del rio Yellowstone donde acampé. No lo esperaba y cuando paró la lluvia me dà cuenta de que estaba rodeado de actividad volcánica a menos de 20 metros de la tienda. Literalmente era otro planeta. Me bañe en el rio tibio y me sequé con los gases calientes que despedÃa la tierra, con cuidado eso sà de no caer en los pozos de lodo hirviendo.

La última parada fué en el parque Great Basin (Nevada), donde se supone que viven los seres vivos más antiguos de este planeta ¡han datado a algunos pinos con 3500 años! MagnÃficos. Verlos y tocarlos genera empatÃa. Se nota que han tenido que pasar por mucho.

Saludos desde lass ruinas de San Agustin (Colombia).
